En los últimos años, billones de dólares han fluido hacia las
economías emergentes, en busca de mejores tasas de retorno.
Aunque este flujo se vió interrumpido por la crisis asiática de
1997 y la crisis de deuda de Rusia en 1998, la tendencia
continúa a medida que la competitividad aumenta en las grandes
economías, y las empresas e inversionistas buscan nuevas
oportunidades.
El término “mercados emergentes” se utiliza para referirse a
países que se encuentran en varias etapas de desarrollo, con
bajos ingresos, también conocidos como Tercer mundo.
Los riesgos:
- La inestabilidad política frecuente es una de las fuentes de
incertidumbre a la hora de invertir. Es necesario conocer el
ambiente político al momento de tomar una decisión, y
prever los cambios por venir.
- Es común la necesidad de intermediarios para ciertas operaciones,
para lo cual se deben pagar honorarios o sobornos.
- Es necesario conocer la cultura del país; el idioma en ocasiones
puede ser una desventaja, sin embargo en la mayoría
de estos países los altos ejecutivos dominan el idioma Inglés.
Estrategia
La mejor forma de entrar en los mercados emergentes, una vez
que se comprende el país al que se desea penetrar, es mediante
el uso de un socio local respetable.
Esta persona o empresa puede ayudar a abrir puertas, que resulta
vital en países caracterizados por su ambiente oligopólico
(industrias en manos de unas pocas empresas grandes) y sus altas
barreras comerciales. Estos países crean altas barreras para
la entrada de empresas extranjeras porque temen ser dominados
por las corporaciones multinacionales; protegen a las
empresas locales a expensas del desarrollo económico y avances
tecnológicos.
"economías emergentes" refiriéndose a menos de una docena de países de América Latina (México, Argentina, Brasil, Chile) y del Sudeste asiático (China, Indonesia, Corea del Sur, Tailandia, Singapur, Taiwán,...) cuyos crecimientos económicos entre el 3,2% en el caso de México y el 11,5% en el de China durante el año 1994 .
Sin embargo, el "mercado" en términos burgueses no se mide por el número de cabezas ni por las necesidades insatisfechas, sino por la capacidad de consumir bienes de primera necesidad o de lujo por parte de las distintas clases de la sociedad, lo cual depende de su poder adquisitivo.
Según nuestros datos, el flujo de capitales hacia los países en desarrollo que era de 47.000 millones de dólares en 1990, pasó en 1993 a 130.000 millones de dólares, subiendo a 173.000 millones en 1994 (unos 24 billones de Pts.), que representa aproximadamente la quinta parte de los flujos de capitales anuales que se mueven por el mundo según el Banco Mundial
Por su parte la inversión productiva incrementa la demanda en primer lugar de bienes de equipo, infraestructuras etc. En este sentido, Mikey Kantor, representante personal de Bilí Clinton para asuntos relacionados con el comercio exterior, calcula que, en los próximos diez años, China podría llegar a gastar 744.000 millones de dólares en proyectos de infraestructuras; Corea del Sur, 269.000 millones; e Indonesia, Filipinas y Malasia, en conjunto, podrían necesitar inversiones por otros 404.000 millones de dólares.
Esto representaría, de llevarse a cabo, un volumen de negocios suficientemente jugoso como para que las grandes potencias compitan fuertemente entre sí por alcanzar el mayor trozo de la tarta, sin embargo, lejos de lo que puedan parecer estas cifras, el tamaño de estas economías no es muy grande comparado con los 7 Grandes: China tiene un PIB de 452.000 millones de dólares y una renta per cápita de 370 dólares (es inferior al español con 490.000 millones de dólares y una renta per cápita de 12.500 dólares) Corea del Sur tiene un PIB de 430.000 millones de dólares y una renta per cápita de 9.600 dólares y el de Taiwan es de
267.000 millones de dólares de PIB y una renta per cápita de 12.620 dólares, compárese estas cifras con los 17.530.000 millones de dólares que suman los PIB de los seis países más ricos del mundo.
La inversión en la bolsa de los países emergentes sólo representa un 10% del total de las inversiones en bolsa en 1994. Si bien esa cifra ha subido del 4% que representaba en 1984, diez años antes, aún el grueso del movimiento de capitales y mercancías a nivel mundial se realiza entre los grandes países de la OCDE.